jueves, 4 de enero de 2018

Lady Bird



La película arranca con una frase que nos pone sobre aviso de lo que a continuación veremos. “Aquel que hable de hedonismo en California, nunca ha pasado una navidad en Sacramento”. Entonces creemos que el asunto va de hedonismo (la supresión del dolor y las penas buscando la felicidad y el placer como motivo y fin de vida).


La película de Greta Gerwig que se alzó con el premio a mejor película y mejor actriz por los Premios de la crítica de Nueva York, va de una joven estudiante que se hace llamar "Lady Bird" (Saoirse Ronan)  y se muda al norte de California en busca de la felicidad.

Y es que como decía el pintor suizo Paul Klee: “Ser feliz significa percibirse así mismo sin temor” Y de eso va la casuística en una película independiente bien realizada, sin pretensiones, inteligente e irónica en la medida que aceptamos a la interlocutora cargada de feminismo.

Película pues de tono fresco y agradable que nos habla (y trata) de un personaje femenino donde es (como muchos de nosotros) apurada, fisgona, aburrida (a ratos), jovial y algunas veces como seres humanos que somos a fin de cuentas: sórdida.

Sordidez con un sentido de lecciones a la madurez. De pronto la película nos revela aspectos autobiográficos de la cineasta. Película pues a tener en cuenta y que incluye a la familia (¡gústeles o no…!). Es bueno mantener las cosas limpias y ordenadas —con su hedonismo propio—.

Gonzalo Restrepo Sánchez
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