Esta película dado que toca el tema del amor
interracial (además el filme posee ese humor “interracial”), en un primer
momento parece recordarnos la emblemática “Guess Who's Coming to Dinner” (1967).
Pero dentro de muy poco vemos que no es así y nos adentramos en una historia
que plantea una hipocresía socio cultural trascendente.
Bajo la intriga psicológica y de terror, estamos ante una "Ópera Prima" excepcional, donde el cineasta Jordan Peele no deja de sorprendernos. La cinta arranca con la canción “Run Rabbit Run”, de Flanagan &, y, un
encapuchado que ataca a un joven afroamericano y lo arrastra inconsciente hasta
el maletero de su auto, donde lo encierra. Tras este impactante prólogo,
estamos ya dispuestos a censurar bajo nuestros códigos morales lo que se va sucediendo
en las imágenes.
Con base en lo anterior, enfrentamos (y confrontamos)
la psicología del personaje protagonista con la fatigosa sensación de que nadie
a su alrededor es lo que parece (al igual que ocurre muchas veces en nuestras vidas
personales). Así que las apariencias como la mayor de las amenazas, permite construir
con maestría una intriga que crece y crece, sin muchos sobresaltos pero con
detalles para crear en la mente del espectador mucha tribulación.
Filme altamente recomendado y una de las sorpresas del
año anterior, que bien vale la pena repetir en este 2018 que apenas comienza.
Gonzalo Restrepo Sánchez
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